Recuerdo que hace algunos años, en una empresa en la que trabajaba, di un curso sobre la implantación de la ISO 9001. Hablando sobre el control de calidad, y para demostrarles que este procedimiento esta desfasado, les comenté la siguiente metáfora:
«El control de calidad es como una bola de nieve que cuanto más abanza más grande se hace. En producción, cuanto más abanzado está el proceso, si detectamos un fallo, más caro nos cuesta, porque ya hemos añadido mucho valor al producto. La bola de nieve es tan grande que nos puede sepultar».
La calidad se gestiona, no se controla. El tener «Policias» inspeccionando lo que hacen los operarios es un despilfarro que no aporta valor y que, por supuesto, los clientes no están dispuestos a pagar.
Por aquel entonces yo no me había adentrado en el mundo del Lean. Pero recuerdo que años después un operario, dentro de un debate, me recordaba lo de la bola de nieve. En ese momento que di cuenta del poder que tienen las metáforas visuales cuando quieres que a tus colaboradores se les quede grabado un concepto importante.
Así que…, ya sabes, si quieres que a la gente se le quede grabado un concepto, esfuerzate por contarlo visualmente con una historia. te sorprenderás como yo con la bola de nieve.