La necesidad de comunicarse en el ser humano es consustancial a su naturaleza. Somos seres sociales y necesitamos compartir emociones, necesidades, pensamientos, deseos, etc.
Dentro del ámbito de la empresa la comunicación fluida es un proceso necesario para todas las etapas de gestión. Es lo que vincula a la personas para que interactúen dentro de las diferentes etapas del negocio. Esta necesidad se ve incrementada sin duda ante el reto de la mejora de los procesos por medio del Lean Manufacturing.
Para los facilitadores de este proceso Lean en la Organización (directivos, jefes, mandos intermedios) ser buenos comunicadores es de vital importancia, no sólo porque esta cualidad es uno de los fundamentos de su capacidad de liderazgo, sino porque en muchas ocasiones serán el eslabón de la cadena entre los operarios y la Alta Dirección de la Empresa, y deben trasmitir con precisión las indicaciones que ésta propone.
El problema es que ser buenos comunicadores no es tarea sencilla, entre otras cosas porque:
- Por regla general no decimos todo lo que pensamos, sobre todo en el entorno laboral
- En el proceso de comunicación no sólo está relacionado el habla y el oído, sino que intervienen todos los sentidos
- Los expertos dicen que a la hora de hablar, los gestos pueden con las palabras; es decir, el lenguaje corporal influye más en el mensaje que el verbal
Es por ello que la comunicación se convierte en un proceso confuso y complejo que hay que saber gestionar a varias bandas. Si el facilitador Lean quiere conseguir logros importantes tendrá que entrenarse y dominar estas tres disciplinas:
- Comunicación verbal
- Comunicación no verbal o corporal
- Elección del canal adecuado para el mensaje a comunicar